La buena verdad

Se marchó corriendo al mediodía,
con prisa de días cortos
y de largas ganas.
Cruzando la puerta que despide consejos,
que recoge azotes y riñas.

Salió a jugar.

No se mide nada, cuando para nada
hay medida.
Me tira la lengua para hablar de injusticias,
pero sin papel en esta obra,
mejor que liberar odio es cerrar la boca.

Entre polvo y risas encontró el disfraz
apropiado para ese día,
y durante un día más,
dueño de su propia sonrisa.

Inquietante es el placebo
que nos regala la infancia,
tanto correr y correr sin mirar atrás,
que pronto cayó en la trampa
de ser mayor.

No fui yo quien pidió
la primera explicación al cielo
ni el último seré en hacerlo.
La vida es creer que cada uno de los demás
ya encontró su camino,
y que tú no encuentres el tuyo.
Y la muerte es darle la razón de esto
a los vivos.

Así creció,
sin tiempo para tutorías de lecciones,
dar la cara, cambiar valor por valor,
volver de mirar de reojo aquel rincón,
donde se guardaba el explotar a llorar,
y donde se acumula tanto polvo,
que solo falta el viejo disfraz
para cerrar los ojos otra vez,
y salir corriendo a jugar.

Ahora con tinta negra se escribe
lo que nos cuenta,
y apretando la memoria con fuerza
todo aquello que recuerda,
para que no lo pierda,
para que no se lo puedan llevar.

Algún día intentaré encontrar la razón
por la que me detuve de golpe y resbalé.
Quizás el día que con el mismo orgullo
cuenta él la suya
y yo haya aprendido a escuchar,
y a callar.

Alguna vez creo que ha vuelto a ver
cruzando la calle a un niño corriendo
y riendo sin parar,
con ropas de huerta y dueño
de la pequeña gran ciudad.

Alguna vez veré yo la buena verdad,
que nos enseña que aquello
que corriendo se marcha,
corriendo no se puede alcanzar,
basta primero con aprender a caminar.

Javier Sánchez Lobato

26-04-2008

febrero 28th, 2014 by JSanchez | No Comments »

El mismo de siempre

Es él,
el mismo de siempre.

Anoche sé que volvió a dormir contigo,
a luchar cuerpo a cuerpo
bajo el telar de tus sábanas,
a despertarte con su susurro al alba,
a emborronar tu almohada,
a gritar como un loco por el pasillo.
El ruido que grita de pena,
que pega cada trocito de tus sueños rotos.

Sendero en la montaña,
enemigo de tus amigos,
la sensatez de una palabra a destiempo,
los ojos que miran al cielo,
la poca leña que queda
de nuestro pequeño gran árbol caído.

Es él,
el calor que se escapa de tu abrigo,
la bufanda gris que te protege del frio.
La lluvia que te seguirá mojando luego,
la capucha de nuestro maldito ego.

Qué fácil es ver las cosas desde lejos,
lo malo ahora ya no es tan malo,
es más bien como tu y yo, diferentes,
y que no te importe lo que diga la gente,
si amas a quien quieres,
quiérelo amar para siempre,
aunque se dedique en cuerpo y alma a perderte.

Y qué dificil es verlas tan de lejos,
lo bueno ahora es aún más bueno,
el aire que me falta es el que infla tu recuerdo,
los viajes por el no puedo y no quiero,
la magia de tantos buenos momentos.

Es él,
el mismo que ahora está aquí a mi lado,
el que subraya cada letra que escribo,
que me espera en casa al regresar,
con las ganas de un potro enloquecido.
Y yo sin ganas de hablar,
y él con ganas de charlar conmigo.

La voz en trozos al saber,
que mi vida se alejó de ti.
El aire que ahoga mi garganta,
palabras que no volveré a oir.

Sé que algún día se marchará,
dejará atrás cada intención de recordar,
cada vez que saltamos al despertar,
los dedos que se entrelazan al caminar,
los pies con miedo a resbalar.
El amigo del contacto perdido.

Es así de inoportuno el silencio,
que llega y se marcha sin avisar,
cómplice y asesino de sentimientos.
Que tacha tu boca cuando quieres gritar,
disfrazándola de respeto.
Que hace que sea como no queremos ser,
ni ser lo que pretendemos.

Y todo ello sin mediar palabra clara.

Javier Sánchez Lobato

01-02-2014

 

febrero 4th, 2014 by JSanchez | No Comments »

Locura II (Pereza)

Devuélveme las promesas que intenté cumplir,

despierta entre bostezos al corazón de pereza,

traeme de vuelta mis sueños,

de lluvia mojan ilusiones.

Necesidad.

 

Me alejaré de ti …

Regresé hace tiempo

de un lugar del que escapé

sin querer hacerlo,

prisionero de buena voluntad,

no hay cárcel ni rejas,

ni ventanas con vértigo,

ni suelos de reverberación.

Todo cambió al verlo con ojos de iluso,

sin palmaditas de ánimo al corazón.

¿Cuando se acaba la piel?

Decisiones fáciles en momentos difíciles.

Sacrificio.

 

Agachar los ojos,

cerrar ideas,

tocar sin tocar,

sentir sin sentir,

besar por besar,

fingir por fingir.

Nunca escribí con tinta corrosiva,

nunca sentí incomprensión

en  un mundo de bocas incomprendidas.

Ya no duele lo que quizás un día no dolió.

(Gran iluso)

 

Aún dudo de mis dudas,

¿te duele?

Mi locura es pensar que cada enfermo

tiene la misma cura,

pero no dudo de quien no duda.

Ahora cambio paz por cordura,

tratos justos,

no me tientan,

no me niegan,

me dan la razón como a los locos …

¿loco? ¿yo? Imposible…

Déjame que piense con algo de cordura,

no deseo lo que un día deseé,

ni espero lo que nunca esperé,

mi futuro es propiamente mío…

Aunque si locura es recordarte,

soñarte, imaginarte, olvidarte, inventarte …

Entonces estoy loco, sin duda.

 

Javier Sánchez Lobato

12-04-2005

diciembre 31st, 2013 by JSanchez | No Comments »