Mil Promesas

Alguien me dijo un día que creía, como yo, en la noche, y yo comencé a creer, en ella … Era mi contradicción, mi ambición por encontrar a alguien que pudiera cargar con mi pequeño corazón. Y la deseé, pero no deseé su alma, ni su cuerpo, solo sus palabras, que me mostraron la forma de poder amar su hermoso cuerpo, y ju joven alma. Y a eso le llamé «mil promesas», de amor, y por amor…

Últimamente en mi corazón
todo engaño es poco
no quiero perder la razón
ni mi amor tampoco.

Quiero llegar al jardín
donde está esa flor
cortejada en todo momento
por ojos asombrados.

Quiero pedir a las estrellas
que no la miren
pues desearán la eternidad
de la noche.

Y al sol, que no se esconda
llorando por su escasa mirada
pues sus lágrimas la envolverán
con la luz del arcoiris.

Que mas pedir…
Que mas desear…
Solo su risa, dulce trofeo de dioses.
Solo sus palabras, solo su mirada, solo…

Y yo le daré mis manos
para recibir las suyas,
y demostrar que mi amor
no es comparable a las estrellas
pues desaparecen con el día.

Como tampoco al sol
pues su amor se esconde apenado
con cada nube de tristeza.
Y si, después de todo, no me cree,
entonces solo pediré que suelte mis manos…
Y le daré mi vida.

Javier Sánchez
07-09-1998

agosto 21st, 2010 by JSanchez | No Comments »

Espadas y paredes

Ella tiene algo que confesar,
se vacía en gritos de prioridad,
se llena de prioridades al gritar.
Sin control crecen las dudas
por controlar la histeria,
y entre miserias apenas llegar a pensar,
aún si quiera mediar palabra clara.
En la lucha entre dos siempre gana ninguno,
a veces oportuno preguntar,
mas valioso saber cuando callar,
apartarse en el momento menos oportuno,
no aguantar la carga de la caballeria.
Siempre queda que decir,
cuando el dolor mengua,
atendiendo los compromisos del destino.

La lucha es entre la razón y el corazón,
apenas sin tiempo de asignar papeles
para la última gran función.

No bienvenidos son los aplausos
cuando la razón exige razones
que el corazón no entiende.

Y no es de rigor dar la bienvenida al rencor,
el siempre llega a tiempo a casa,
no se retrasa para ver
las miradas que se dedican,
los besos que se estampan,
Disfruta con verlos no callar,
aún si quiera mediando palabra clara.

Quien marca la fragilidad de un hombre,
limita las virtudes de su camino,
quien sospecha de los fracasos,
encadena sus manos a una mentira,
escribe el dialogo de su guion de angustia,
asigna papeles de vencedor y vencido.

Quien lee en voz alta una esquela,
no por querer cantar quiebra la voz,
quien condena a gritar en numerosa soledad,
a hierro confesor de pesares,
mentir como miente en numerosa compañia.

Amar es intentar comprar con diez años de tristeza
un solo minuto de alegria,
mirar atras con ojos borrosos,
adelante siendo ciego y mudo.
Sanar con besos las heridas,
aún antes de saltar al vacío.
Convencer sin estar convencido.
Cambiar pasión por pereza,
nombrar a ratos la tristeza,
susurrar sin miedo un te quiero.
Tropezar siempre para volverse a levantar,
con la espada en alto para preguntar.

Ella aún tiene algo que confesar.

Javier Sánchez

16-05-10

agosto 11th, 2010 by JSanchez | No Comments »

Silencio

Es de castigo no encontrarte…

 

Fuí el abanico que alzó tu barbilla,

el aire que congeló una sonrisa,

la piel que hizo tu piel mía.

 

No es destino perderte,

a espuela la prisa por mantenerte viva.

Si ya no me quieres no me pierdo,

me acercas y me alejas,

me hundo en espiral pesadilla.

 

Fuí poeta de tus rojas mejillas,

tenor de tu perenne sonrisa.

Amante de la verdad que esconde una mentira.

 

No es ceguera dejar de verte,

si ya no me miras a oscuras  te siento,

a golpes aprendo el camino a tu porteria.

 

No es capricho quererte,

si ya no me hablas soy silencio,

los gritos de la muda compañia.

 

Me dueles tanto…

 

No es de justicia buscarte,

si ya no me quieres no me quitas la vida,

la alargas y la haces eterna, sin ti.

 

Es de castigo no tenerte.

Javier Sánchez Lobato

21-07-2010

julio 21st, 2010 by JSanchez | No Comments »