Ya es muy tarde
Recuerdo un sueño, perdido entre montañas de suelo muerto, negro y rojizo. No como aquel suelo, ni como aquel verde. Ni como el manto blanco y el agua fría de la fuente. Quizás un sueño de esos diferentes, que suman y restan las cuentas pendientes.
Y yo buscando y buscándote, sin nada que encontrar y sin encontrarte, y de fondo una canción, siempre la misma canción:
«Ya es muy tarde, muy muy tarde, y estoy lejos, muy muy lejos, del final».