No nacido
No he llegado a tiempo…
tan temprana la entrega de papeles.
Me entretuve en sostener vidas pasadas,
vagabunda el alma atrapada.
Aún mantengo los recuerdos,
sin tiempo aún para descifrar
los mensajes del cielo.
Cuando la intención se hace espera
no hay razones para pretensiones,
mentiras que tachan ilusiones.
Me marcho siguiendo el ritmo
de tus canciones,
música que ahora pinta mi mundo
de mil colores.
Soy ceniza en la estatua de los rencores.
Agita mis sueños como entonces,
devuélveme la pizca de razón
que me brindan.
Ya no soy aquel que por cerrar los ojos
cree que los tiene.
Asesino egoísta de corazones.
Ignorancia propia de un niño
que aún no ha nacido,
pero todo olvidará al despertar.
Es muy tarde para encontrar respuestas,
las preguntas que se perdieron
en el tiempo.
Elige las noches de tímida luna,
que por hablar perdió la voz.
Tacha una pizca de sol cada día,
devuélvele la dicha de estar atrapado.
Fui yo quien lanzó el anzuelo al silencio,
ahora soy preso de extrañas decisiones.
Quizás culpable de mano alzada
y de cabeza gacha.
No soy tristeza al tachar consejos,
al menos aquel que por no caminar
guardó todos los zapatos,
y planea su muerte
ahorcándose con sus cordones.
Javier Sánchez Lobato
14-02-2011