El hilo rojo
Que pase de largo el tiempo, dejadlo estar, tranquilo. No lo entretengais, molesteis. Nada que lo haga detenerse, pararse a observar, preguntarse que ocurre, en ese preciso momento, mirar alrededor curioso, triste y furioso, por no sentirse advertido, ni vencedores ni vencidos. No tengo nada que ofrecerle. Desperté nervioso de un mal sueño, tendido estaba […]